Mañana regreso al trabajo. Mentiría si dijese que me siento como un niño el día antes de volver al cole. Durante estos dos meses, mi principal tarea he sido yo mismo; reencontrarme, reinventarme, sentir que soy el que siempre he sido, no, mejor aún, sentir que soy quien quiero ser. De mi día a día desaparecieron, no con poco esfuerzo, los fantasmas que me quitaban la paz a cada recuerdo. Se ha ido formando una nueva coraza a mi alrededor que, a partir de mañana, podré comprobar su utilidad.
Paso de tonterías en mi trabajo. Lo digo claro y me da igual quien lea este blog. Voy a hacer lo imposible por salir solo lo indispensable de mi espacio. No quiero contacto con “altas esferas”. Los Peces Gordos para ellos, sus amigos, sus compinches y sus pelotas (y hay muchos más pelotas de los que me imaginaba hace unos meses); con tal de conseguir el mínimo beneficio, alguno que otro pone la cara, el culo y la vergüenza. Les importa poco su dignidad y la dignidad del compañer@ al que joden… ellos son guays!!. No quiero contacto de ningún tipo con los que imponen sus caprichos y juegan “a las casitas” con un montón de personas con discapacidad y sus familias. No voy a jugar con ellos. No voy a colaborar, ni para bien ni para mal, porque mi salud mental tiene un precio muy elevado, más que la idiotez de alguno que luce su bandera solidaria por ahí, y porque durante años he brindado todos mis esfuerzos para arreglar lo que a algunos no les importaba que estuviese defectuoso… pero que no me anden tocando la moral. No tengo nada que perder. Por mi empresa y sus miembros ya he dado todo lo que tenía. A mí no me pueden estrujar mas. Ya no hay más jugo. Ahora solo queda la cáscara y su amargura, y espero que no quieran probarla.
Por eso digo que, a partir de mañana, veremos si esta coraza fabricada en unos meses surte efecto o no.
Como veréis, estoy de un buen rollito que me salgo, eh??. Salud.
