No voy a tener más días como los que viví en el año anterior. Aprendí que lo pasado se debe quedar enterrado atrás, lo más lejos posible de ti. Como en la canción:
“…donde un ángel me dijo al entrar:
"Ven y elévate como el humo azul,
no sufras más amor"
Y desgarrándome
algo en mi vida cambió.”
Pues sí, eso siento, que algo en mi vida ha cambiado, a costa de sufrir el desgarro. Pero eso ya pasó. Ahora me siento mejor, más fuerte, más… “invencible”; que pasé la etapa de la dependencia social en la que cualquier gesto era inevitable si quería seguir respirando y que empecé a mirarme a mí mismo y a comprenderme, pues “como yo, no me comprende nadie”.
Me hago, a nivel usuario, con la expresión “al que no le guste que no mire” y quien no me busque, que no me espere.
He vuelto a sentir, después de meses, cosas que daba por olvidadas y que no voy a permitir que se me escapen de nuevo. Viviré por y para mí y los míos.
Y me acuerdo de los que han tenido, también, sus momentos “regulares” y con especial delicadeza me han hecho partícipe de ellos: Fiebre, Laura, Bubo, Maktub, Lady Tea, y más… ¡¡¡sobreviviremos!!!!
Mañana será… otro año. Salud!!!