Tengo un antojo desde años, que ahora, con el paso de los días, se hace más coñazo: quiero tener un garito con un escenario.
La política (bonita palabra) de concesión de licencias de “café-teatro” en Málaga es tan fantástica que se podría incluir en la trilogía del Señor de los Anillos y no desentonaría. Somos la ciudad que se vende como “Capital Cultural”, pero no permite las expresiones culturales en la zona centro. Así que yo me he encabezonado en que, algún día, yo tendré un local, con las licencias oportunas, con un escenario (no necesito un teatro gigante, me bastan unos pocos metros cuadrados); donde pueda haber música en directo, teatro, poesía, fotografía… cualquier expresión artística es válida. Al menos, lo es para mí, no para mi ayuntamiento.
El día menos pensado me auto-regalo mi antojo.
Salud para tod@s.