[…]
Que tú, mujer, y yo no somos nada
desde hace tanto ya, ya lo sabemos:
sólo dos animales que se huelen
e intuyen que una vez se conocieron.
Pero quiero pensar que en algún pliegue
de la luz, en un ángulo imposible,
siguiendo un algoritmo formidable,
sentados donde siempre, todavía
nos aplauden los besos los borrachos.
Y todavía vuelves del trabajo
derrotadita toda y te me ríes
cuando me ves tratando de liarte
los cigarros. Y en este espacio-tiempo
paralelo, están lejos todavía
los días que vendrán a por nosotros.
Nacho Artacho.
La calle Compañía acababa y dejaba espacio a la Plaza de la Constitución, oscura como nunca y viva como casi siempre. Cuando la noche cae en el centro de Málaga, los fantasmas salen a pasear por sus calles, sin miedo a ser vistos, nadie les hará caso, lo saben, y por ahí vagan. Allí, en mitad de la plaza unos brazos se abren y me dan el calor que esperaba a las 20:15. Había terminado el partido del Málaga de Champions, un 2-2 nos colocaba primeros de grupos, el alma paseaba satisfecha y aquel abrazo cerraba el círculo de una tarde noche llena de calidez, que prometía un broche de lujo.
Cuando en ese instante, quien te rodea es el ENORME Nacho Artacho @nachoartacho , la intensidad de la penumbra se hace más opaca en la Plaza; se detiene el reloj del edificio de Banesto y la gran bandera parece balancearse al ritmo de una brisa, más propia de las noches de Julio que de las noches de Noviembre. Noviembre raro.
Judas nos invitó a una cerveza, gran alegría conocer a ese Judas, por cierto. Y volcamos sobre la mesa cientos de momentos de interior y risas de terraza. La camarera achinada invitaba a invertir en hostelería, aunque la economía prefiera ser gastada en un disco salido del corazón que en una colección de vasos cerveceros, por muy achinada que sea la chica que los despache.
Charlar con Nacho es como poner la quinta en un coche: se avanza sin sobresaltos, a velocidad de crucero y con un leve sonidillo de viento. Ser culto no te abre puertas, ni piernas, pero dejarse atrapar por la conversación con él puede garantizar más de un orgasmo, como poco.
Desde aquí os animo a que visitéis su web (http://www.nachoartacho.net) o su Facebook (cosa que yo jamás he hecho) y lo conozcáis. Y si vais de concierto y os lo encontráis en el escenario, colocad “sabanitas limpias” y quedaros allí. Algunos pensarán que no es más que un Alcoyano-Cádiz (con todos mis respetos), pero yo os puedo asegurar que es mejor que un Madrid-Barça.
Gracias, Amigo, por darme tanta importancia en tu “vida musical”, llamarme “padrino” me ensancha más de lo estrictamente recomendable; por compartir esos primeros sueños de artista, por dejarme probar tu “Polvo y sombra” (la canción más bonita que he escuchado en mi vida) y por tener en ti ese pedazo de sabiduría que tanto echo en falta en este mundo de cuerdos.
Nunca dejes de existir. No dejes NUNCA de componer. Algunos, como yo, lo necesitamos en dosis diarias.
Y Gracias por este aliento de vida en forma de concierto. Eternamente Gracias.
Qué buen amigo eres!!!!!... cuánto dice eso de ti!!!!
ResponderEliminarBesos
No se está tan cerca de un Genio todos los días, Lady
EliminarCon esa presentación, cómo no investigar algo más.
ResponderEliminarNo investigar debe estar penado. Un beso, Pilar!!
EliminarSe me ha saltado un lagrimón, padrino. Muchísimas gracias por todos los ratos. Un beso enorme.
ResponderEliminarNacho
El placer ha sido, es y será mio. Un abrazo, Maestro
EliminarEn sus palabras se ve que nacho es una gran persona...
ResponderEliminarPero tu si que eres GRANDE vecino!! porque sin ti nunca hubiese llegado hasta nacho ;)
un abrazo!!
Anda ya!! Ahora que has llegado hasta él disfrútalo!!
EliminarUn beso, guapa
Me alegro que te guste. Él merece eso y más.
ResponderEliminarUn beso
¡Ay señó, como os echo de menos!
ResponderEliminarA ver si me centro y me reparto...Ya me perdí a Funambulistas.
Céntrate, que ya nos encargaremos los demás de agarrarte para que no vuelvas a perderte.
Eliminar