Me encantaría que visitaras también mi otro Blog; un espacio donde dejo mis fotografías; "EL MUNDO SE EQUIVOCA" (http://sequivoca.blogspot.com)
"HAY PERSONAS QUE MARCAN UN ANTES Y UN DESPUÉS, CONVIRTIENDO EN UN REGALO EL AHORA (Luis Bueno) - julio, 2020


domingo, 19 de julio de 2020

Veneno en la piel V

     Me gusta compartir mis fotos con la gente que aprecia el esfuerzo y las ganas por hacer algo, siempre, desde el cariño. Por eso, cuando hago alguna sesión o recupero una foto para editar, suelo acudir a mi amiga Susana que es el termómetro de la sensatez y de mirar más allá de lo que una instantánea puede ofrecer. Una vez, después de un intercambio de textos y de comentar algunas fotografías me preguntó acerca de mi formación en esos campos.
- ¿Formación? Sólo un par de cursos de esos de internet para aprender a manejar la cámara y poco más. Algunos tutoriales sueltos y mucha voluntad. Lo mismo me pasa con lo que escribo. De todos modos -quise liquidar el tema- tampoco considero que lo mío se pueda de nominar "arte".

- Mira, Antonio -cuando ella cambia de registro es porque se avecina una frase de esas de apagar la luz, cerrar las ventanas y salir corriendo- lo tuyo me recuerda mucho a una canción de Alejandro Sanz.

- Mal vamos

- No, escúchame. La canción dice "Yo no tengo el arte, lo que tengo es algo que en la piel me he tatuado: ALMA"

     Ahí lo vi claro. Esa fugaz sensación de que ha pasado algo por delante de tus ojos y por un segundo te ha dado un poco de esa luz que buscabas. 

     "Pues eso es, mi próximo tatuaje será ALMA", con todos los matices que pueda contener una grafía, con toda su espiritualidad y toda su miseria, porque, quizá así sea yo: un alma con espiritualidad, con miserias; con creatividad, con oscuridades; con esperanzas, con miedos. Un alma que espera no bajar de este escalón que tanto esfuerzo le llevó escalar. 

     Salud para todos.

(Fotos: @pecoan)

viernes, 10 de julio de 2020

De madrugada

     A veces, sólo a veces, desearía detener el tiempo y dedicarlo sólo para mí y para mis sueños estratosféricos, esos que se esconden siempre entre fotografías a medio plantear o novelas aún sin escribir. Vivir abrazado a esta siniestra sensibilidad que me vuelve vulnerable cada madrugada y ancla mis pies, inseguros y torpes.

     A veces, muy pocas veces, me gustaría no voltear la mirada, pero la volteo para indagar, para culpar, para exigir explicaciones del porqué o del porqué no, para encontrarme cuando me reconozco perdido y limitado, para hacerme estatua de sal, para rescatar un recuerdo, para asesinar un olvido.

     Y es que, a veces, algunas veces, me disfrazo de héroe para expandir mi ego y condeno a mi villano a bajar su cabeza. Y es ahí, en esas escuetas veces, cuando volvería a darle cuerda al reloj.