Fui corriendo de un lado a otro, calculando el paso del tiempo con el reloj y las miradas fugaces a la pantalla del móvil, esperando cuadrar las previsiones de unos días que parecían hechos con piezas del Tetris.
Todo estaba en su sitio; el trabajo terminado, las propuestas encauzadas, la casa recogida, la compra guardada, los encargos hechos... pero no me acordé de incluir en el planning tiempo para mí, para llamar a mis padres, para sonreír a mis hijas, para desayunar con Ana, para llamar a algún amigo (cada vez quedan menos...), para pensar, leer, imaginar, vaguear... bloguear...
Así que me dije a mí mismo "Párate hombre, párate!!!!"
Y fue ahí, en ese momento, cuando más convencido estaba de que cambiarían las cosas... cuando me desperté sobresaltado. Miré el reloj. Podía dormir aún diez minutos y todavía iría bien de tiempo para ducharme, desayunar corriendo,...
Luego fui de un lado a otro, calculando el paso del tiempo con el reloj y las miradas fugaces a la pantalla del móvil, esperando cuadrar las previsiones de unos días que parecían hechos con piezas del Tetris.
Me alegro que hayas encontrado ese momento para pararte. ¡Es imprescindible de vez en cuando! (Y lo peor es que lo olvidamos constantemente.)
ResponderEliminarSi te digo que ya no me acuerdo de haberme parado...
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