A oscuras, vuelves al hotel. Una sola luz alumbra el final de la calle y bajo esa luz, una pintada que parece estar hecha a la velocidad del rayo, probablemente por la prisa del autor a no ser descubierto. Aunque no creo que su miedo a ser descubierto fuera por el hecho de pintar una pared, pienso que su temor iba más allá. Quizá el autor quiso mandar un mensaje: Había alguien en su entorno que aparentaba felicidad, una falsa felicidad que cubría sus necesidades más básicas y hacía su vida más estable... o quizá, esa persona tan triste era él mismo y no quería que nadie en el pueblo lo supiera.
El caso es que dejó, bajo la luz de la única bombilla de la calle de aquel rincón del Pirineo, un dardo para que pinchase a cuantos pasaran por allí...
Salud para tod@s
yo últimamente solo sonrio
ResponderEliminarbesos
Cordobesa... creo que todos tenemos etapas de "sólo sonreír", a veces más duraderas de la cuenta, pero es algo habitual.
EliminarUn beso!!