Busco el encuadre ideal para llamar la atención del crítico. La foto. Unos pasos más a tu derecha, ahí, perfecta. Ella luce como nadie, desnuda tras una cortina vaporosa. Un pasito, solo uno hacia atrás. El viento entra por la ventana y ondula la cortina, hace bailar su pelo y eriza cada milímetro de su piel. Es el momento. Baja un poco el brazo... eso es!. Uno y otro, y otro disparo más. No te muevas. Cuatro, cinco... hasta seis disparos continuados. Hoy no necesitaremos luz extra, el atardecer nos está regalando unas formas preciosas en la pared de la habitación. Una última prueba. Mírame. Ya casi está. Una más. Creo que mejor no lo podríamos hacer. Puedes vestirte, muchas gracias. Ha sido un placer. El placer ha sido mío.
Luz natural para ellas. Para ellas el juicio del crítico, el fondo que se difumina, el ojo perfilado. Para ellas el mejor contraste, el aplauso seguro. Fotografías naturales para ellas y hasta cortinas vaporosas para ellas. Tú y yo tenemos otro tipo de mirada. Somos más de luz de hotel. ¿Posas?
si es para ti si... 😉
ResponderEliminarOlé ahí la gente grande de Córdoba!!
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