Lo bueno de las canciones es que, aunque estén hechas con una intención, siempre puedes aplicar la letra a tu propia conveniencia; por eso, últimamente tarareo esta de Ismael Serrano "Mi vida, no hay derecho a salir con miedo a la calle. La ciudad se desangra y parece que no había nadie...", que no tiene nada que ver con lo que estamos viviendo estos días... pero sí, algo comparte.
Quizá sea inconsciencia, ganas de vivir o que tengo dos niñas con la sonrisa permanente, revoloteando a mi alrededor; pero sé que no quiero salir con miedo a la calle. No les voy a dar ese gusto, y creo que deberíamos actuar todos así.
Más allá de los temas políticos (por cierto, es suficiente darse un paseíto por twitter para darnos cuenta de que, en España, para todo, somos azules o rojos, para todo, incluso para tragedias como la vivida el pasado fin de semana... y eso sí que aburre), más allá de las ideas de cada uno, más allá de los chismes y las informaciones malintencionadas, estamos cada uno de nosotros, entiéndase: Nuestras familias, nuestros recuerdos, nuestra música, nuestras aspiraciones, nuestras fotografías, nuestras cicatrices..., en definitiva, nuestras vidas... ¿las vamos a abandonar en el camino por el miedo?
Sé que este asunto tiene difícil solución y, aunque, como ya digo, por Twitter lees a auténticos sabios que conocen el secreto para acabar con toda esta histeria, dudo mucho que sea tan sencillo. Mi pequeño granito de arena es seguir viviendo, día a día, haciendo lo que siempre he hecho y aprovechando cada soplo de aire. Porque este asunto no es nuevo, la diferencia es que ahora nos golpea de cerca. Pero cosas como las pasadas en París, las sufren a diario en Líbano, en Afganistán, en Siria, en Angola... la diferencia es que, ahora, nos salpica.
Tenemos la suerte de haber nacido en este hemisferio, no tenemos que andar kilómetros para llenar un cántaro con agua sucia o para que nuestros hijos vayan a la escuela. Tenemos unas comodidades que, creo, sería un error egoísta no disfrutar y hacer que, quien no las tiene, pueda disfrutarlas también. Y más egoísta aún sería pensar que, si nosotros estamos bien, el mundo entero estará bien. Esto no es Disneylandia, aunque pretendan hacérnoslo creer. Este azote está en todo el planeta, y quizá habría que preguntarse por qué y cómo frenarlo.
Dejemos a los que saben, seguro que están más preparados que los demás, y mientras tanto, como decía aquella otra canción "hay que vivir, amigo mío. Antes que nada, hay que vivir".
Salud para tod@s
esta vez está crudo el asunto... demasiado difícil creo yo..... aquí estamos llenos de policía..... lo nunca visto....
ResponderEliminarEstá chungo, sí. Pero hay que seguir viviendo. Es lo que hay. Un beso.
EliminarYo no pienso vivir con miedo. Cuando tienes miedo lo mejor que puedes hacer es escuchar canciones de Morricone: te dan muchas ganas de que alguien te ofenda sólo para poder vengarte como te mereces xD
ResponderEliminarJa, ja, ja... de Morricone... o de mucha más gente. No hay miedo, para nada!!
EliminarYo soy muy miedosa no puedo evitarlo.
ResponderEliminarUn beso dulce de seda.
Pues quién diría que eres miedosa viendo tu blog!!!
EliminarA dejarse de miedos y a vivir!!!
Que nadie nos robe el deseo de vivir, es lo que nos queda ¿no?
ResponderEliminarBesos.
Nos quedan muchas más cosas. Hay que salir a buscarlas!!
EliminarBesos, San