Leí a mi amigo Pablo Bujalance en la columna de su diario como describía el día de ayer como "un domingo multiplicado por diez" y me cuesta imaginar las calles del centro solitarias, como en la película aquella de Amenábar, como en un sueño raro.
Te voy a hacer una pregunta, ¿te has cuestionado alguna vez, en estos días, si todo lo que nos está pasando es realmente un sueño? (curioso esto de unir las palabras realmente y sueño) Yo me lo pregunto decenas de veces y todavía no he sido capaz de contestarme. Quizá sea porque la angustia no me ha llegado o porque admito mi poca concreción en casi todo, no sé. Pero si la cosa va de soñar, ¿por qué no soñamos bonito?
Vamos a dar forma a lo que queremos que ocurra cuando despertemos; sintamos el tacto, el calor de esa persona a la que saldremos a abrazar, recordemos el olor y el ruido del bullicio, ese que nos agobiaba antes y ahora añoramos. Piénselo, mejor dicho, suéñalo. Caminar entre callejas llenas de vida, beberse el sol en una terraza y mirar cómo el sol se pone sobre una orilla con olas rompiendo.
Total, si la cosa va de soñar...
Salud para todos.
O tomar unas cañas bien frías contigo 😊
ResponderEliminarBesos de verdad.
Ole!! Eso estaría de lujo!! Ojalá algún día!!
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