Domingo de Ramos. Yo, que ya no era de los devotos semanasanteros, ayer decidí que la Semana Santa debía comenzar a lo grande, de manera que, a falta de ramitas de olivo bendecidas, en casa nos pusimos guapetones y nos hicimos una fotos para inmortalizar tanta elegancia. Cinco minutos después volvimos al chándal protocolario y a la rutina del confinamiento. Nunca más se supo del domingo de Ramos en mi casa.
Ya llevamos 23 días. La broma ya hace menos gracia.
Salud para todos.
ya no se festejan ni los memes... saludos y a cuidarse...
ResponderEliminarPues tenemos que volver a reírnos, aunque solo sea por joder a los que sólo quieren vernos enfadados y enfrentados.
ResponderEliminarAhora es cuando hacen falta esos aplausos que se dieron con tanta ilusión el primer fin de semana. ¡El primer fin de semana! Alabando a los niños por su capacidad de quedarse en casa con los padres, a los padres por sacrificar su cerveza después del curro. ¡Venga coño! Ahora es cuando hay que mirar hacia adelante y no confiar mucho en que acabe pronto.
ResponderEliminarY echar un ojo a gente que debe empezara a pasarlas canutas de verdad con esta cuarentena.
¡Qué no decaiga! Ni el aplauso ni el compromiso, que esto va pa largo y no se ha escrito nunca nada bueno del que se queda sentado en el sillón viendo la cuarentena pasar.
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