Esta mañana de lunes, 11 de mayo, como ya os comenté, cierro este pequeño diario de pandemia, espero que para siempre. Ya hay ciudades que han pasado de fase, aquí en Málaga seguimos en la CERO, que es la primera aunque se llame CERO y me consta que los sanitarios de primera línea están más que satisfechos de este estancamiento de fase; llevan dos meses -en realidad más- jugándose la vida ante posibles infecciones, desconocimiento de a qué se enfrentaban, faltas de medios técnicos y humanos, etcétera, como para que ahora nos vayamos a tomar el sol a la playa en masa y repuntemos el virus, que repuntará, sin duda, pero que nos cogerá algo más resabiados, espero.
Cierro este diario con pocas esperanzas de cambio, la verdad. Los españoles hemos demostrado ser tan graciosos como egoístas. Igual animábamos al vecindario con música o con juegos que nos echábamos como lobos al supermercado a arrasar con el papel higiénico -¡Sálvese quien pueda, pero con el culito limpio!-
A nivel político hemos sido la vergüenza mundial, es mi opinión. Y aunque aquí, todo el mundo es del Madrid o del Barcelona porque lo de pensar no se lleva, aún quedamos algunos que no damos la cara por nadie, porque nadie la va a dar por nosotros. Hay que ser muy tonto, hasta límites insospechados para pensar que uno es mejor que otro, al menos en España eso, a día de hoy es impensable. El Presidente: inútil, egocéntrico y pesado. Iba a decir que el peor presidente de la Historia pero es que aquí tenemos una lista de grandes genios presidenciales; el vicepresidente: falso como él solo y cobarde como pocos; Por favor, con lo que molaba cuando iba a las tertulias y lo razonable que era todo y ahora es un personaje dentro de un personaje. Absurdo a la enésima potencia, vamos; Casado: Otro inútil que critica el plan A sin ser capaz de ofrecer un plan B (muy típico de los cuñados) y que pierde las mejores oportunidades (muy cuñadil, también) en todos los sentidos. Arrimadas: Más perdida que el barco del arroz, dando bandazos buscando el senderito cuando el senderito no se busca, se hace. Con lo buena muchacha que parece y lo torpe que la ha vuelto ser la líder (aunque no hay líder no-torpe, demostrado). Abascal: El listo a las tres que no es capaz de dar un paso si no es provocando y alentando al pueblo, sacando el machote que lleva dentro y montando numeritos como el de la izquierda y los homosexuales, todo muy lógico de la pandemia que vivimos. Por cierto, que alguien le diga a este hombre que españoles somos todos; los Independentistas, Regionalistas, Andalucistas (por lo que me toca), etc... fieles malas copias de sus malos líderes. Inútiles al cuadrado. TODOS HAN SEGUIDO COBRANDO SUS SUELDOS ÍNTEGROS, NINGUNO SE HA QUITADO UN CENTIMO POR EL AUTÓNOMO, NI POR EL DEL ERTE, NI POR LA EMPLEADA DEL HOGAR. NINGUNO PORQUE A NINGUNO LE INTERESAMOS EL RESTO. A NINGUNO. Así nos ha ido y así nos irá en el futuro.
En estos días se ha alabado mucho a los sanitarios, esperemos que la euforia dure tanto en las instituciones como en los usuarios. Hemos descubierto lo importante que puede ser a la que pocas veces se les hace caso; personal de limpieza, transportistas, personal de supermercados, medios de comunicación, personal de centros de mayores, de discapacitados.
A los músicos, actores, fotógrafos, creativos en general les debemos tantas horas de distracción altruista, tantas canciones para animarnos, tantos directos de Instagram, descargas de obras de teatro, etc.
Se ha criticado a los maestros, curioso (hasta aquí mi opinión sobre este tema), a estos también se les puede seguir azuzando, total, todo el mundo sabe de todo...
Algunos han descubierto lo importante que es para las personas con discapacidad la vida cotidiana y han luchado por sus salidas a la calle, por ejemplo; otros, en cambio, sólo saben luchar por sí mismos y hasta eso lo han criticado.
¿¿He dicho "criticar"?? ¿¿Ese verbo se usa aquí?? -modo ironía "on"- Aquí todo nos viene mal, todo. No hay nada que se haya propuesto, proponga y propondrá, que guste a la mayoría, siempre tendremos un inconveniente.
Por eso, lo único que espero de esta epidemia es que pase pronto, no espero nada más. Ni vamos a ser más solidarios, ni más creativos, ni mejores personas. Nada de humos. Seremos iguales o peores porque nos gusta ser así y no tenemos planeado cambiar, que cambien los otros, si total, el que tiene la razón siempre voy a ser yo.
En fin, un panorama desolador con muchísimas vidas dejadas en el camino de lo que era una gripe, sólo que un poco más fuerte, poco más; con miles de familias rotas de manera inesperada, con millones de empleos destruidos y otros tantos en el aire, con una economía derruida y desolada en todo el planeta.
Eso es lo que espero, que pase pronto. Y aún no ha llegado lo fuerte a África, que ojalá no llegue porque si es así, allí las consecuencias van a ser horribles.
En fin. Por todo esto tengo ganas de cerrar este diario, con el que me he reconocido tan ruin como el resto de la humanidad, donde escribiendo me he dado cuenta de lo injustos y egoístas de la mayoría de mis pensamientos, pero que celebro haber sido capaz de sentarme y escribir para conocerme una mijita más, y a fe que lo he conseguido. Lo que me temo es que aunque este diario concluya aquí, lo malo continuará, todo lo que daña continuará.
No quiero más diarios, no quiero más pandemias. Sólo salud. Salud para todos.