Las cicatrices tienen su punto. Son la demostración de que ahí hubo daño, que fue sanando con el tiempo pero que se resiste a dejar de estar presente. Todo el mundo te dice "tiempo... a eso hay que darle tiempo para que termine de cerrarse" o "los días de lluvia te dolerá"... Los días de lluvia... incluso con sol, en mitad de una jornada intensa de trabajo, mientras tomas una cerveza o cuando estás a punto de quedarte dormido.
Todos hablan del dolor de las cicatrices, pero al que le duele es a ti.
(Esta entrada estaba ahí, guardada, pero leyendo la última de BUBO he tenido que lanzarla. Cosas de la similitud)