Iba planteándome apagar el ordenador (que desde que lo he curado, va rapidísimo, y estoy con él, como con un juguete nuevo), cuando no sé ni cómo, ni por qué, he ido a parar con una web que se llama “el escéptico digital”. Un lugar donde un grupo de personas, a las cuales no conozco, que analizan, de una forma, más o menos crítica, lo que ellos consideran susceptible de ser catalogado como “timo”. Hasta aquí todo correcto.
El problema se plantea cuando alguien pretende hacer tangible lo que una sola voz proclama, o lo que proclaman varias voces afines; me explico. Entre sus críticas, muchas de las cuales comparto, hablan del autor de un par de títulos de la colección de libros que se apellidan “¡vaya timo!”, y uno de ellos, el que me ha tocado un poco el canalillo de la mala leche, ha sido “La acupuntura, ¡vaya timo!”
El autor, un afamado (por ellos, porque mi mujer es médico y dice que en la carrera no leyó nada de él) médico explica cómo esta charlatanería se ha colado en nuestra sociedad engañando al personal, asemejándola con el tarot o la astrología. A la homeopatía la llama “insulto a la ciencia” y “atentado contra la salud pública”, por ejemplo y se queda más ancho que alto.
Este señor, médico Cardiólogo, muy respetable él, pretende “desmontar el mito de las medicinas alternativas y bla, bla, bla…”…
Pues vale. Ahora me toca a mí.
Este señor, MENDRUGO, cree que la Medicina es algo que un día surgió de la nada, así, como quien no quiere la cosa.
“Al principio todo era oscuridad. Dios creó los planetas, separó la tierra de la bóveda celeste, creó los animales, creó al hombre, a la mujer… y antes de irse a descansar, el séptimo día, escribió el Vademécum e instauró los laboratorios farmacéuticos. Y vio Dios que era bueno.”
Fue así, ¿verdad, MELÓN?
Como sabéis, aparte de mi trabajo (alcanzado con Carrera Universitaria, por si el MANDINGA este protesta) tengo gran afición a las “técnicas alternativas”, como muchos las llaman. Yo prefiero llamarlo TERAPIAS NATURALES. Pero, a este tipo de movidas se apunta hasta el gato y, es cierto, que hay mucho bocazas, mucho santero, mucho cuentista y sobre todo, mucha gente dispuesta a dejarse engañar; unos por necesidad y otros porque les va la marcha. Pero no es menos cierto que técnicas como el MASAJE, el uso de las FLORES o la misma ACUPUNTURA, tienen más que demostrada su eficiencia, no ahora, sino desde hace miles de años y han sido la base sobre la que ha crecido la ciencia Médica que hoy llamamos MEDICINA.
Cierto es que estudiar ACUPUNTURA como parte de la Medicina China puedo resultar chocante con el pensamiento occidental, por sus nomenclaturas, sus ideas, pero no hay que olvidar que son textos que vienen siendo escritos desde hace cinco mil años y con los que se ha pretendido guardar respeto, cosa que el señor doctor, no conoce.
Vuelvo a repetir que sí, que hay mucha tontería en este mundo, pero que, mi punto de vista es que este PALETO critica a los que “atentan contra la salud pública” y van de “pseudo-científicos”, cuando él va de pseudo-escritor y atenta contra la literatura científica.
Señor Doctor, ¿¿usted estudió en la Universidad los “humores verdes” y los “humores amarillos”??; ¿y se los creyó y/o entendió el contexto en que fueron descritos y su posterior evolución??. Creo que de esa asignatura, sólo se quedó usted con el mal humor.
En fin, el que quiera gastarse las pelas en un verdadero timo de libro, que lo haga y de camino que compre el de Ana Obregón y el de Leticia Sabater, que tienen el mismo porte literario que este PETARDO. Y a los que necesitéis de un Naturópata titulado, “grasioso” y demás… aquí me tenéis.
Me quedo con el grandísimo Alberto Montt; éste si entiende de humores.
¡¡¡Si es que me sacan de mis casillas!!! Salud (natural) para tod@s.