Me encantaría que visitaras también mi otro Blog; un espacio donde dejo mis fotografías; "EL MUNDO SE EQUIVOCA" (http://sequivoca.blogspot.com)
"HAY PERSONAS QUE MARCAN UN ANTES Y UN DESPUÉS, CONVIRTIENDO EN UN REGALO EL AHORA (Luis Bueno) - julio, 2020


lunes, 28 de marzo de 2016

Las Leyes de tu Gravedad

Hemos caído en la ceguera,
nos queda una vida entera
y algunos ratos más
para saltar del precipicio,
confundiéndonos de vicio.
Conjuga el verbo "pecar".

Siempre colgando de un hilo, tan fino,
que pronto se puede romper.

Vacía en mí tus bolsillos,
acalórame este frío
y que empiece a llover.

¿No ves que el miedo no es más que el peaje que impone Caronte si quieres cruzar?
La calma es tan solo el equilibrio. Las Leyes de tu Gravedad.

(Las Leyes de tu Gravedad. 2016)



¿Qué pasará de bueno, por nuestras cabezas que nos lleva, después de mucho tiempo a volver a componer en plan compulsivo? No lo sé, pero, como digo, será algo bueno y nosotros felices de estar estos ratos en el local, ensayando como si tuviésemos quince años otra vez... pero con la sensatez de las canas.

viernes, 11 de marzo de 2016

SE SALEN

Cuando pienses que no eres capaz; cuando creas que no puedes conseguirlo; cuando todos te digan que no lo lograrás...
 
 
 
El Langui ha hecho cosas mejores, pero no voy a quitarle el mérito de haber compuesto esta canción para el equipo nacional paralímpico.
Para los que trabajamos con y para estos colectivos humanos, este tipo de iniciativas son inyecciones de moral que no deben dejarse en el olvido.
Ojalá una máxima audiencia y un buen despliegue informativo para estos juegos, porque, si los deportistas de élite son luchadores natos, gente que se deja la piel en el intento del éxito, lo del deporte paralímpico es para quitarse el sombrero y volver a ponérselo jamás.
¡¡Langui, eres muy grande!! Muchas gracias
 
Salud para tod@s

miércoles, 9 de marzo de 2016

HE PERDIDO TODOS MIS CONTACTOS!!!

     Esta tarde se me ha salido el teléfono del bolsillo del abrigo y ha dado tal golpetazo contra el suelo... que ríete tú de la caída del Imperio Romano... un drama.
     Es raro, pero llevo casi todo el día "desconectado" del mundo... y no me ha pasado nada... bueno, a medias.
     Por lo pronto, he perdido todos mis contactos, mi agenda y un montón de fotos que tenía guardadas, además de las consiguientes pelas que voy a perder arreglando el dichoso bicho, porque, no es que se haya roto la pantalla... es que creo que ya ni respira.
     Pero lo realmente acojonante es sentir que estás "fuera" y que seguro que te estás perdiendo algo interesante. La gente lista que nos controla ha conseguido hacernos sentir plenamente dependientes de cualquier artefacto que a ellos les reporte beneficio. El móvil, la tele, la tablet, el ordenador... si no estás conectado, sencillamente, no estás.
     De esta manera, creamos el verbo "lo necesito" para usarlo cuando en el fondo lo que queremos decir es "lo quiero", y con esto no pretendo quitarle utilidad a los aparatos que nos rodean (¡¡líbreme Dios!!) aunque quizá deberíamos darle menos importancia de la que nos ocupa.
     Pero en este hemisferio norte, esto es pura ciencia ficción. Mañana haré acopio de valor y me plantaré en The Phone House con cara de "¿¿esto tiene arreglo??" mientras el joven dependiente se frota las manos mirando la caja registradora que recibirá un donativo de parte de otro pardillo con el móvil roto.
     En fin... que todos los problemas sean esos, ¿no?
 
     Salud para tod@s.  

P.D. No paro de recordar la canción "Analfanauta" de los Antílopez... aquí os la dejo

   

martes, 8 de marzo de 2016

El libro de las mutaciones

Ahora puedo decirlo mas alto
pero no puedo mas claro:
todo lo que en el mundo he amado
es una canción, un teatro y a ti.
 
Bunbury - Ahora
 
     Esa sensación tan inexplicable que recorre tu cuerpo cuando te reencuentras con aquel sonido "tan tuyo", transformándose, al igual que tú, con el paso de los años.
     Desde ayer estoy escuchando en bucle "El libro de las mutaciones", el último directo en acústico de Enrique Bunbury, que contiene las canciones de mis años de instituto, cuando creía que me comería el mundo; y ahora suenan como versiones; más maduras... más lentas, recordándonos que, aunque no hayamos llegado a cumplir aquellos sueños utópicos de rebeldía y acné,  seguimos vivos; con el mismo soniquete y los mismos acordes de La sirena varada, La chispa adecuada, Mar adentro o Avalancha, aunque, eso sí, más maduros... más lentos.
 
     Salud para tod@s

jueves, 3 de marzo de 2016

Soñar es gratis... y raro

     Últimamente tengo sueños muy nítidos, hasta el punto despertarme creyendo que estoy metido aún en ellos. Y lo mejor de todo, es que, en ellos, no aparece ni un político, lo cual, no solamente es bueno para la salud, si no que también, ilustra la victoria de mi pasotismo ante el tema. (Vamos ganando batallas). Pero, a saber, el tema de los sueños:
 
     El otro día, a mis compadres, los mandé a un concurso de televisión, donde ganaron dos mil euros (que traían en un sobre blanco muy arrugado, a reventar de billetes de 10), y hace un par de noches los vi, dándome las llaves de su casa para que les regara las macetas, que se iban de viaje de estudios con su hijo a Disneyland París... toda la familia.
 
     La semana pasada, traía una compra tan grande que le pregunté a la cajera del Carrefour dónde podía alquilar un remolque. Y a Ana la habían seleccionado, en un casting, para hacer un documental sobre las playas de Málaga.
 
    Y esta noche, sin ir más lejos, disfrutaba de mi propio éxito. Era el compositor de la melodía de un anuncio de yogures, que todo el mundo tarareaba (ríete tú de la musiquilla machacona del Mercadona: "Mercadooooona, Mercadona") pero, durante el sueño caí en la cuenta de que no recordaba haberla grabado en ningún estudio, ni haber tenido contacto con nadie acerca de eso, ... es más, era una melodía a piano... y yo no sé tocar el piano.
Finalmente, me convencí de que, efectivamente aquel sí había sido un sueño. Desperté tranquilo, un sueño claro, pero fantasioso, como todos.
 
     Eso sí... no pude quitarme de la cabeza el soniquete de "Mercadoooona, Mercadona".
 
     ¿A qué tú, ahora, tampoco?
 
     Tendré que volver a la valeriana. Salud para tod@s.