Esta va a ser mi entrada 350 del Blog, un número redondo y sonoro, me gusta. Me parece bien.
Con ella voy a cerrar un tiempo (un ciclo, una etapa, … llamadlo “X”), y, si es posible, que creo que será, durante un tiempo voy a dar libertad a estas musas que mantenía bajo arresto domiciliario y a las que estrujaba como limones cuando pasaba muchos días sin escribir.
Espero no tardar demasiado en tomar la senda correcta y escribir cosas nuevas, para que, entre todos, sigamos disfrutando de este mundo tan bonito que se llama “blog”.
Como banda sonora a esta despedida, dejo la canción de un maestro, uno de mis poetas favoritos, porque dice lo que yo quiero decir, con las frases que yo no podría emplear.
Cada noche me invento,
todavía me emborracho…
TAN JOVEN Y TAN VIEJO
Lo primero que quise fue marcharme bien lejos; en el álbum de cromos de la resignación pegábamos los niños que odiaban los espejos guantes de Rita Hayworth, calles de Nueva York.
Apenas vi que un ojo me guiñaba la vida le pedí que a su antojo dispusiera de mí, ella me dió las llaves de la ciudad prohibida yo, todo lo que tengo, que es nada, se lo dí.
Así crecí volando y volé tan deprisa que hasta mi propia sombra de vista me perdió, para borrar mis huellas destrocé mi camisa, confundí con estrellas las luces de neón.
Hice trampas al póker, defraudé a mis amigos, sobre el banco de un parque dormí como un lirón; por decir lo que pienso sin pensar lo que digo más de un beso me dieron (y más de un bofetón).
Lo que sé del olvido lo aprendí de la luna, lo que sé del pecado lo tuve que buscar como un ladrón debajo de la falda de alguna de cuyo nombre ahora no me quiero acordar.
Así que, de momento, nada de adiós muchachos, me duermo en los entierros de mi generación; cada noche me invento, todavía me emborracho; tan joven y tan viejo, like a rolling stone.
Título: Tan joven y tan viejo Año: 1998 Letra: Joaquín Sabina Música: Joaquín Sabina Disco:Yo, mi, me, contigo (1996)
Estaba yo encaprichado con un juguete muy tonto, pero que, me gustaba tanto, que hasta lo incluí en una entrada antigua de este blog“Me lo pido”. Y el otro día, por fin, una mensajera, con unos ojos impresionantes, lo puso en mis manos.
Hasta hoy no he podido disfrutarlo (y tampoco es que haya sido un disfrute orgásmico, porque con este resfriado…), y ha sido con una cervecita, la mejor manera, supongo de comenzar con las cosas. Con esta taza-objetivo brindo (sin apoyar) por vosotros, por todos y cada uno de los que hacéis este blog, por mi familia, por mis amigos… y por las mensajeras con ojos de ángel!!!
Quisiera ser más listo, adoptar bien la pose, librarme de etiquetas, hasta la de hombre, y entender que sólo yo me entiendo y que no me entiende nadie…
Ismael Serrano - “Ya quisiera yo” (La memoria de los peces; 1998)