Lo lamento, pero me considero culpable de esta imagen.
Fotografía http://angelillotimes.blogspot.com/
Culpable por colaborar con la explotación en los países pobres, consumiendo productos elaborados con mano de obra muy barata,
por mirar para otro lado cuando solicita mi ayuda,
por quedarme con la conciencia descansada cuando dono el dinero que me sobra en una causa benéfica,
por llorar de emoción cuando alguien compra algo por mucho dinero en un telemaratón,
por querer tener tantas cosas que ni necesito, ni pienso utilizar en el resto de mi vida,
por quejarme de mi desgraciada existencia… yo;
Culpable por esconder la realidad a los ojos de mis hijas, y educarlas en una burbuja consumista llamada Hemisferio Norte, esquina Continente Europeo;
Por creerme salvado al apadrinar a un niño de Honduras, o a una niña, porque aunque recibo cartas suyas, las leo, las tiro… y me olvido que existe.
Por pasar a hurtadillas por los lugares más pobres de mi ciudad, no sea que me roben o me sigan;
por pedir justicia al mundo, cuando soy el mas injusto entre los injustos;
por portar la bandera de la solidaridad, el compañerismo, las buenas relaciones, la verdad, la cordura,… y otras frases de esas bonitas, que quedan muy bien en los blogs y en los currículums.
Culpable por no dedicar ni un segundo de mi tiempo libre, ni siquiera, en pensar en aquellas gentes que pueden estar necesitadas.
Culpable por engañarme con mentiras propias de adolescentes, tales como, que haciendo esta entrada en mi blog, seré mejor persona, y, además, creérmelo.