La moto duerme esta noche en el taller. Quise alimentarla, sin darme cuenta de que el combustible era el equivocado; otro error más para un viernes equivocado, de por sí.
Esto es el mundo, ésta es la vida. Muchas veces nos ocurre; damos lo mejor que tenemos, llenamos a los demás de lo que pensamos que necesitan, sin saber que, probablemente, nos estemos equivocando. Ese no es el combustible que les hace andar.
Las buenas intenciones no siempre son suficientes.
ResponderEliminarodio poner gasolina al coche... del otro combustible voy despilfarrando por ahí, por si le sirve a la moto de alguien...
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