No son aún las 9 de la mañana, no pienso entrar ni un solo minuto antes a esta empresa que ha decidido por mí lo que es “alarmante” y lo que no. Enciendo un cigarrillo, en ayunas, ni un mísero café en el cuerpo porque con el trajín de preparar a las niñas no he podido. “Ya lo tomaré dentro”, pienso para mis adentros mientras camino lento, sin prisa, como deseando que el Diluvio llegue y me coja en la calle. Lo malo de caminar despacio es que te da pie a pensar en cuánto tonto sin paga y cuanto listo con paga de más anda pululando por ahí. Según mi padre, “no habría cárceles en España para tanto político chorizo”, y razón no le falta; pero yo, incluiría a los tontos que les sigues con la lengua chorreando, como el perro de Paulov, creyendo todas las mentiras que dicen a diario. Yo los pondría a trabajar en las obras del metro… a las tres de la tarde. ¿Cómo?, ¿Que no hay financiación?, no se preocupen ustedes, que estos señores, además de trabajar nos van a devolver hasta la última perra que se han llevado, y a medida que devuelvan se les daba un vasito de agua… y al que no devuelva, ni eso, a currar!! A Urdangarines y compañía los ponía detrás de mi casa, en Calle Cómpeta, en pleno barrio de Portada Alta, que iban a descubrir un ambientillo bueno. A los de la Junta de Andalucía los ponía ahí también, con el pueblo llano, que es lo que a ellos les gusta o, al menos, es lo que van diciendo. A los del PP les dejaba la zona del Corte Ingles-Perchel, por lo del postín y eso.
Y caminando llego a la puerta del trabajo. Apago la colilla en la suela de mi zapato izquierdo y la dejo caer en el cenicero de la entrada. Respiro y entro. Camino hacia mi taller, para sacar una cápsula de cortado, a ver si con eso entro un poco en dinámica y por el pasillo ya veo algunos malos gestos de algunos malos compañeros. Y me cago en tó lo que se menea. Y maldigo que en este trabajo tan bonito haya gente tan triste que solo sepa vivir sacándole los pellejos a los demás. ¡Qué aburrimiento! Entro y saludo, quien quiere responderme lo hace, quien no, se hace el despistado (es la prueba de que el día que repartieron los cerebros, algunos no estaban). El café sale de la maquinita. Dos sacarinas y al comedor, a encontrarme con mis “usuarios”. Y allí las mismas historias, es el Día de la marmota pero en versión discapacidad. Puedes volver dentro de seis años, que los sonidos serán los mismos. Quien te quiere te saca una sonrisa mañanera. -¿Seguimos sin cobrar, no?- te preguntan ya de guasa. -No, hombre- contestas tú con más guasa aún-, a mí la Junta ya me ha pagado Julio, la extra y Agosto por adelantado, pa que me vaya de crucero. Entre una cosa y otra salgo a fumar –debería fumar menos- y la conversación sigue fuera.
Luego, el trabajo es el que es. Dar lo que puedes a tus chavales, que no tienen culpa ninguna ni de los políticos que les ha tocado sufrir, ni de la Directiva de su Centro, ni de los monitores que les han puesto. Ellos son supervivientes, se amoldan al terreno con facilidad, el que tiene que saber llevar las cosas eres tú, y tal y como está el ambiente, nos vamos a comer el agujero de un donut.
Y sigues pensando, y antes de amargarte vuelves a salir a fumar, o acabas hundido para el resto del día. Buscas alguna tontería entre tus compañeros fieles para reírte un poco, sueñas con que vas a cobrar, aunque sea tarde y pasas el día como puedes.
Ahora mismo estamos de “voluntariado”, trabajamos sabiendo que NO vamos a cobrar, por mucho que haya algún iluminado directivo que nos venda películas que no se cree ni él, y algún animado trabajador pelotee y babosee alrededor de tan detestable sujeto. Y así seguiremos, PORQUE ESAS PERSONAS NOS IMPORTAN, y tienen el mismo derecho a ser rescatado que cualquier otro ciudadano con pantalón de pinza, aunque los políticos de turno prefirieran tenerlos escondidos en boquetes, a salvo de la opinión pública, donde sus babas no les molestaran y sus sillas de ruedas no les obligaran a “malgastar” el dinero en acondicionar aceras y pasos de peatones.
La jornada acaba como empezó, riendo por no llorar y camino del coche sueltas la última burrada, que no es más que una vía de escape de tu ira y tu agua de levante.
Mañana, otro Día de la Marmota. Pero ahí seguiremos. Mientras tanto, salud para tod@s.
Parece que todos estamos padeciendo del mismo mal, claro la gente como tu y como yo porque los políticos, ellos si que viven bien.
ResponderEliminarQué bien les vendría una lección...
EliminarDa un poco de asco esos tontos basosos de políticastros. No dejes que te desanimen. ¡Da caña!
ResponderEliminarUn abrazo.
No lo dude, Bubo, que pienso ser un grano en el culo de todo aquel que me (nos) toque las narices. El problema lo va a tener él, no yo.
EliminarJoder. Ánimo.
ResponderEliminarPues muchas gracias, recibo tu apoyo!!! En eso estamos
EliminarCritico compadre, no me puedo imaginar una situación asi, la intranquilidad, la frustración, la impotencia en estos momentos, te mando la mejor de las vibras que aunque no soluciona nada por lo menos espero reconforte. Un abrazo
ResponderEliminarQué fuerte!! Qué asco!! Qué panorama!! Qué voluntad!!
ResponderEliminarBesos
pd: sí, deberías fumar menos... ¿lo dejamos en Septiembre?
Qué desastre!!, Qué verguenza!!... pues sí, todo muy triste, pero estas personas que atendemos no tienen la culpa, porque como ni siquiera sin importantes... Del tabaco... ya hablaremos.
EliminarÁngel me envió este comentario:
ResponderEliminarCritico compadre, no me puedo imaginar una situación asi, la intranquilidad, la frustración, la impotencia en estos momentos, te mando la mejor de las vibras que aunque no soluciona nada por lo menos espero reconforte. Un abrazo
Cualquier muestra de comprensión y apoyo es reconfortante... deberían aprender muchos de ti. Gracias.
EliminarLo resume todo eso de "tienen el mismo derecho a ser rescatado que cualquier otro ciudadano con pantalón de pinza". Y aún no se como, supongo que es por gente como tú, pero sigo con la inocente idea de que existe mucha más humanidad ahí fuera... Pero por favor, que no tarden en sacarla
ResponderEliminarEso espero, amiga, que esa parte escondida de la sociedad sea rescatada para algo más que para hacer anuncios de La Caixa. Un besillo, vecinita!!
EliminarPues creo que ya sólo haciendo lo que haces deberias sonreir, no cobras pero tienes mucha más integridad que la gente que lo hace. Sólo espero que no te tengan que rescatar a ti, que tal y como están las cosas sin cobrar se aguanta poco.
ResponderEliminarDe todas formas aunque el mundo sea una mierda, quien te rodea de verdad no lo es, así que saca esa sonrisa y si por dios deja de fumar que seguro que está amarilla!!!!
Besos de colores (que tu curro está demasiado gris)
Pues se agradece (y no sabes cuánto) tu apoyo!! Aguantaremos lo que se puede, no hay más remedio y seguiré, mientras tenga fuerzas, reivindicando la igualdad de las personas, por muy discapacitadas que sean. Un beso pepinoide!!
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