Son ya cuatro las noches en que duermo poco y mal; esta edad, que es muy mala, digo yo.
Vueltas en la cama, vueltas en la cabeza, ojos abiertos y “malos pensamientos”, pero de los que apenas estimulan…. Y, al día siguiente, soy el “Gran Hombre-Bostezo”, un alma en pena, un medio-zombie que intenta poner buena cara a los que no tienen culpa alguna de mis madrugadas en vela.
El dios Paroxetina me protege, pero su cobijo parece que no cubre los tiempos de Luna y, al cuarto intento fallido, el cansancio ya me puede.
Completo mi insana dieta diaria con un ciento de chupitos de Rescue, la bebida del momento, con su toque “floral” y su dosis ínfima de alcohol, escasa hasta para desinfectar un arañazo.
Días soporíferos, noches de sueños esquivos.
Será esta edad, que es muy mala, digo yo.
o algo que te inquieta y a lo que no pones nombre... o los monstruos de debajo de la cama que tienen ganas de juerga... o hambre o demasiadas ideas...
ResponderEliminar¿y qué es el rescue? que Curro me dijo no sé que de eso el otro día y no sé qué es!
No hay edad mala sino momentos que se hacen un poco "pesados". No te recrees en ellos mira a tu alrededor, muy cerca tienes un montón de soles que te regalan luz y calor. Aceptalo. Lo que está "un poco más lejos seguro" que no merece tanto desvelo.
ResponderEliminarCúidate.
Te dejo un beso.