Anoche volví a ver una de las películas que, sin duda, se van a quedar anclada a mi cabeza por muchos años. No es muy conocida, se llama “Once” (“una vez”, en inglés) y, no pasaría al recuerdo si no fuese por dos motivos: la historia es preciosa y la música lo es aún más…o es al revés.
No busquéis un peliculón, de hecho, el doblaje es bastante penoso, afortunadamente eso no afecta a las canciones. Es una simple historia de amor y amistad, o de amistad y amor… no sé, contada de una manera suave, sin artificios… solamente con dos voces irlandesas y una guitarra acústica a medio destrozar.
De veras que os la recomiendo y acepto los gorrazos que me deis si luego no os gusta, pero, harto ya de tantas “misiones imposibles”, “prettys woman” o “kevincostners”, esta peliculita es un poquito de aire fresco. No os va a defraudar. Para ir abriendo boca, os dejo esta canción, que es el centro de una escena chulísima y que a todos los que, de una manera u otra, hemos hecho amigos con la música, nos traerá grandes recuerdos. Por cierto, me acabo de enterar que a esta coplilla le dieron un Oscar a la mejor canción, pues mejor!!
Hay que estar atentos… hay cosas maravillosas que sólo suceden “una vez”. Salud para tod@s
A veces, una peli que crees supondrá sólo un rato de tu vida te sorprende gratamente. Para mí, esta película es una pequeña joya muy íntima, y cuando la vi me encantó. Debo reconocer que sólo la he visto una vez, pero "Falling Slowly" me acompaña en mi iPod.
ResponderEliminarGracias por el recuerdo!
Gracias a ti por tu comentario, ALE!!
ResponderEliminarHabrá que buscarla.
ResponderEliminarYo la vi en Sevilla, en el cine, en versión original, unos meses después de volver de Bolivia, y fue una buena cura... un gran momento, un regalo. Y la música, ¡mejor!
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