VIVIR CANTANDO

     El aire puro y el aceite de oliva virgen tan rico como el que se hace por esta zona, sirven para ensanchar los pulmones y el estómago; pero tienen también otras propiedades terapéuticas que intento aprovechar enarbolando un “ahora o nunca”. Nos haN servido para pasar otra velada de discoteca loca (pero loca, loquíssssima) que ha terminado en mi habitación, a eso de las cuatro de la mañana.

     Sigo mejorando, sobre todo cuando, para facilitar mi mejora, me mandan una receta con forma de canción que dice “No hay que llorar, que la vida es un carnaval y es mas bello vivir cantando”. La recibo, dejo mi fe en ella y subo a mi habitación tarareándola

     Cada vez sonrío más y comparto más, como hacía al principio, con “ellos” (como dice Curro). No creo que sea un “apretón de campamento”, sino, mas bien, un escalón que me faltaba por subir y estoy comenzando a encarar, con decisión y convencido de que lo acabaré subiendo.

     Las terapias de desintoxicación y autoperdón van bien. Falta que me lo crea, y que, de una vez por todas, quiera “vivir cantando”.