lunes de domingo

     Siempre tuve la sensación de que los lunes comenzaban en las tardes de los domingos, y con ese convencimiento sigo.

     Tarde de domingo, pegado a un ordenador (hoy por temas del trabajo…manda huevos!!!), con té caliente de cereza japonesa con canela y regaliz en mi taza-objetivo, un chorrito de propóleo (a buenas horas) y un vaso de agua con una Couldina dando saltos entre burbujas. Al Málaga le han sacado los colores, por autosuficiente, en Anoeta, pero los leones del tenis han ganado la final de la Davis. Moqueo más que un saco de caracoles… “el tabaco mata…pero peor es la humedad”, así que voy minando mis bolsillos con pañuelos usados, reusados y extenuados de usarse… le voy a dar un sorbito a  mi jarabe preferido para que la tos nos deje dormir… a mí y a mis pies helados.

     Pues lo dicho, que, aunque falte un rato, ya hace horas que era lunes. Y yo, con estos pelos!!!

     Buena semana para tod@s. Vitamínense, no como otros, que comenzamos la semana de las fiestas con un señor resfriado.

     Ah, y por cierto. Aparte de las vitaminas, tomemos también una mijilla de conciencia… y hablo para mí, en reflexivo, porque, aunque no me ayude a ser feliz, en días como hoy pienso que hay gente a la que le da igual que sea domingo, que lunes, que fiesta de guardar… porque no tendrán un té caliente en una habitación fría, ni andarán sobrados de pañuelos usados, ni de jarabes para la tos. Gente a las que les parecerá una puta gilipollez que a mí me preocupe que el Málaga pierda o que los tenistas ganen y menos aún si mis pies siguen fríos horas después de taparlos con un edredón…

     A veces creo que vivo solo en el mundo, y somos tantos…