A María se le cayó ayer otro diente. Me llamó para que fuese a su habitación y la encontré sentada en la cama, mirando a la mesita de noche donde tenía un pañuelo de papel abierto y en él, su pequeño diente.
Me senté a su lado, la abracé y le pregunté:
- ¿Cuántos se te han caído ya?
- Cinco
- ¿Cinco?, yo creí que sólo eran tres.
- No, papi, es que estos dos de abajo son ya definitivos.
- Ah… qué mayor estás ya, María.
- ¿Has visto que rápido pasa el tiempo, papi?
(me la como!!!!)
Ainssssssss si es que es pa comérsela!!
ResponderEliminarSi es que las cosas de los peques son TANN grandes...
pdt: Gracias! no sabia que podia estudiar e ir de concierto al mismo tiempo ^^
Besos!
Vengo a dejarte un babero :) porque ya veo que María no lo necesita.
ResponderEliminarTe dejo un beso, Superpapi.
Qué rica!
ResponderEliminarLos niños crecen tan rápidooo!
me gustaría que se queden pequeñosss!!
y que sean nuestros por siempree! :(