Mañana, Martes Santo, a estas horas, si el tiempo no lo impide, estaré dándome un paseo por las calles de Málaga, pero no un paseo normal… no me preguntéis por qué, pero iré acompañando al Cristo de mi barrio, a ser posible, durante todo el recorrido. Pero no portándolo, ni como nazareno, ni tocando el trombón de varas en la banda… No. Este año mi menda va de promesa.
Para los no instruidos en el argot semanasantero, en Málaga (no sé si en el resto de la Humanidad también), las “promesas” son esas personas que van tras los tronos (aunque muchos sigan empeñándose en llamarlos “pasos”) acompañando a los titulares de la cofradía, en actitud de agradecimiento por algo que piden o que se les ha concedido por Obra y Gracia divina. Es una manera de “devolver el favor”, sacrificio por sacrificio.
De modo que, una vez explicado, más de uno se preguntará: “Pero, Feo…¿tú?”. Pues sí, yo.
Hace un año, más o menos, empecé a ver la luz al fondo de ese túnel en curva interminable en el que estaba metido y, curiosamente, sentí que comenzaba a subir viendo el paso de esta cofradía por la calle.
Noté un alivio, una carga que ya pesaba menos, como que tanta angustia estaba decidiendo apartarse de mi vera, lo cual molaba bastante, vista la situación en que aquí, yo mismo, estaba sumido.
Con esto no estoy hablando ni de ángeles que me susurraran al oído ni de apariciones marianas. Nada de eso. Fue un cúmulo de sentimientos. Esta cofradía de la que hablo es la de mi barrio de toda la vida, de Nueva Málaga. La que vi crecer a la par que crecía yo. En ella participaron mis hermanos y un montón de amigos del barrio, y algunos continúan, pese a las 12 horas interminables de recorrido. Recordé esos años, esos progresos, esos avances y me vi reflejado, pero sintiendo que ellos habían mejorado y yo me estaba quedando estancado en el camino.
Sí es verdad que me crié en esa fe y que, hasta casi los treinta años participé en la parroquia donde duermen esas imágenes. Muchas noches con ellos allí, en silencio. Muchas sensaciones de estar haciendo el tonto por hablar sólo… con un “muñeco de madera”.
Estoy convencido, y esto no creo que se pueda considerar fe, que “algo hay”, pero, si os digo la verdad, hasta eso me da lo mismo.
Lo que siento es que he salido del hoyo donde moría en vida y sé que no lo he hecho sólo. Y como no sé expresar mi agradecimiento en global a todo el planeta, decidí allí mismo, hace un año, que este Martes Santo los acompañaría, aunque terminase con los pies hechos polvos y la espalda irreconocible. Es un pequeño sacrificio, no me preguntéis más.
No sé explicarlo de otra manera.
Que sí...que se puede ser progre y llorar con un noséqué.
ResponderEliminarQue se puede ser ateo e ir de hombre de Trono. Y sacar dos, si el hombro te lo permite, mientras otras admiramos enormemente lo que haceis desde la terracita del barrio cubata en mano y mirando a cara perro a todo el que ose meterse con el paso del Cristo.
Que se puede ser Chuck Norris y llorar con La Abeja Maya.
Que las cosas no hay que explicarlas, sino sentirlas.
Y mandar a la mierda (ya no es horario infantil) las etiquetas.
Ea. A gusto me he quedado mi querido Boke.
Pues eso es lo que digo yo. No pensaba poner nada en el blog acerca de este tema pero esta tarde me he visto encerrado en casa con las niñas y, aprovechando que el ordenador estaba encendido... pues eso!!
EliminarUn beso, boquerona!!
Ni falta que hace que lo expliques. Lo sientes y punto pelota.
ResponderEliminarBesos.
ok!! Besos también para ti, CMQ
EliminarLa Semana Santa de Málaga crece, ya tiene a dos Antonios célebres, el Bandera y el Montes.
ResponderEliminarUn abrazo friend.
Ja. ja. ja... eres un crack, Capitán!!
EliminarNiño, pues hoy lo veo chungo con la lluvia :(((( tiene mandanga que no cae una gota en todo el año y justo en la semana grande, viene San Pedro a tocarnos el kiwi y los nakasones con la dichosa lluvia!!!!
ResponderEliminarEn fin, crucemos los dedos...
Un beso!
Se hizo, amiga!!. Acabo de llegar y no sabes lo bien que me siento ahora mismo. He venido corriendo a escribir, pero mejor lo dejo para mañaa, más fresco. Gracias por tus ánimos y tus comentarios de twitter
EliminarEs que no tienes que explicarlo. Es un sentimiento y con sentirlo vale (valga la rebundancia) espero que las condiciones climáticas te permitan disfrutar del momento.
ResponderEliminarun beso
Afortunadamente, el tiempo acompañó. Gracias por tus palabras. Esto se merece una entrada en el blog, ya la haré mañana.
EliminarUn beso
- ¿Y tú sales por que tienes promesa?
ResponderEliminar- No, pero si hay que echarla...
(Esta es la conversación cada vez que alguien se entera que salgo en un paso.)