De manera inesperada, un limpio Aire ha comenzado a enfurecer la mar; que arrastra, en su oleaje, botellas con mensajes, acaso sin leer.
En mi orilla, una botella de algún vino joven, en su interior, un papel y, sangrándolo, estas palabras de tinta:
“El Naúfrago está apunto de alcanzar su tabla. Ya no se quiere hundir.”
Los náufragos nunca quieren hundirse.
ResponderEliminarQuieren más bien encontrar tierra y descansar hasta que vengan a rescatarlos,o lanzar mensajes desde su isla...
Y por qué no hundirse? El fondo siempre te enseña que arriba se esta mucho mejor : ).
ResponderEliminarUn saludo