Me está haciendo falta un mes de Agosto.
Es la una menos cuarto de la mañana de un lunes, como cualquier otro lunes, pero con la diferencia de que, en mi mesa, junto al teclado, hay un montón de apuntes y fotocopias con cervicales, costillas y meneos diversos para sanar los cuerpos (porque algunas almas no tienen ya remedio). No siento sueño, ni siquiera ese sopor que te abraza como un fantasma a ciertas horas de la madrugada, cuando ya llevas en pie casi veinte horas de un lunes, como cualquier otro lunes.
Me está haciendo falta un Agosto, de, al menos “cuatro agostos” de duración, porque este tiempo se está haciendo demasiado largo.
¿He dicho ya que algunas almas no tienen remedio…? Yo, por si acaso, no pienso zurcir la mía.
No te agobies hombre, tu centrate solo en una cosa y deja todo lo demas, solo lo importante, las costillas por ejemplo....
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