Siempre recordaré como llovía aquella mañana de Enero; los nervios de la noche anterior, cuando sabíamos que, al día siguiente, vendría al mundo la segunda de la saga; el “ambientazo” del quirófano; la llamada que recibí nada más nacer, con llantina incluída.
“¡De nalgas!!!???”- era lo único que me salía preguntar. Ana, como paciente temblaba de pensar que su propio compañero le indujera el parto natural DE NALGAS. “Ya verás qué bonito”- decía él… “Qué miedo!!!!!”, era nuestra respuesta.
Todo fue bien, espectacular, pero bien. Pero, desde entonces, uso mucho esa frase de “… si ya se veía venir, si vino al mundo de culo”, porque Sarita… es mucha Sarita.
Y ahí está, cantando todo el santo día, con ese timbre tan agudísimo que Dios puso en su vocecita. Con unos ojos enormes, que apetece mirarlos y no separar la vista de ellos y con una risa que te conquista.
Es “el bicho que le picó al tren”… y qué vamos a hacerle, ya pasó el periodo de garantía.
Y, además, mañana ya cumple cuatro años.
FELICIDADES,
RUBILLA!!!!!
jajaja, felicidades para tu pequeña! me encantan estas fotografías en las que sale tan riendo!
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