John Locke, el enigmático Perdido de la Isla, habría empleado esta frase hoy, a eso de las ocho de la tarde…
En Marzo de 2007, por convencimiento médico dejé de hacer deporte de manera radical. Yo ni era atleta, ni nada de eso, pero disfrutaba dejándome la adrenalina en pistas de futbol-sala, o en carreras contra mí mismo en la Ciudad Deportiva. No era una necesidad, solo un entretenimiento. Y, desde aquella fecha, todo se guardó en el cajón de “las cosas que no se deben hacer” y, con el paso del tiempo, el polvo y la creencia hicieron que quedara casi olvidado.
Han pasado 33 meses y pico…
“No me digas lo que no puedo hacer”
¿terminaste el día rebelde? :)
ResponderEliminarconociste a mi amiga antonia antes que a mí! no puedo soportarlo! jajajaj
besos de sueño(s)
¿Esto quiere decir que vuelves a "la carga"? sería una gran noticia...quemar adrenalina de otra forma, no es fácil (digo yo).
ResponderEliminarTe dejo un beso.
Haz como locke. Lucha contra las adversidades. Ademas, cuando liberas adrenalina no puedes evitar sentir la "horrible sensacion de estar vivo", que debo añadir, es de las sensaciones mas maravillosas que se pueden sentir.
ResponderEliminarPatri, no la conocí; la ví pasar, pero no me fijé, no sabía quién era.
ResponderEliminarVolVo; quiero intentarlo, recuperar las cosas que las médicos me quitaron por el bien de mi salud, y que, curiosamente, consiguieron empeorarla. Ahora mando yo.
Sen, tienes razón, estar vivo, aunque a veces es horrible, es una enorme sensación, la cual, no tengo ningún interés, hoy por hoy, de dejar de sentir.
Gracias.