15 de Octubre: MANIFESTACIÓN

     Mañana a las 18 horas en la Puerta del Ayuntamiento. Tengo dos opciones, ir o quedarme en casa. Las dos son válidas, quizá la segunda sea hasta más recomendable; y digo “recomendable” porque  mi Ayuntamiento, como de costumbre, da la nota colocando en la Plaza de la Constitución (la plaza principal de Málaga, donde acaban las manifestaciones, por ejemplo), nada más y nada menos que unas carpas de Ferrari y… ¡¡Tachánnn!!: ¡EL BANCO DE SANTANDER!, ¡¡¡¡¡La entidad bancaria número uno en ingresos anuales!!!!! Sí, Señor, ahí, ahí… provocando.

     Pero soy así de “tonto” y me cuesta quedarme parado cuando me brindan la oportunidad de ser avanzadilla y de dar un poco la lata. Aún hoy me emociono viendo las imágenes de lo que fue aquel Movimiento 15-M, creyendo que algo iba a cambiar en este país, y, por ósmosis, en el resto de países… y a punto estuvo. Parece que lo que subió efervescente fue cayendo en el cansancio, en el olvido, en el juego de los políticos de criticar el Movimiento a la vez que se declaraban portavoces del mismo. Eso, unido a la panda de gilipollas que acostumbra a meterse en este tipo de manifestaciones para poner sus palabras (pocas, directamente proporcionales al tamaño de sus cerebros) en boca de un Movimiento que nació con otras inquietudes.

     Quiero creer en una sociedad nueva. Ésta, en la que vivimos, no puede seguir así, va camino de la autodestrucción; hay que transformarla. Quiero creer en la justicia, en la libertad, en mas igualdades sociales; con menos ricos y menos pobres; quiero creer en una sociedad respetuosa, tolerante y pacifista. VERGÜENZA ME DAN AQUELLOS QUE, EN NOMBRE DE LA TOLERANCIA, INSULTARON Y AGREDIERON A JÓVENES DEL JMJ, por ejemplo. Esos son algunos de esos gilipollas que antes nombraba…

     Quiero creer en muchas cosas porque necesito creer. Porque el mundo que heredarán nuestros hijos es un auténtico desastre. Pienso en mis niñas, María y Sara, y en todo lo que les queda por vivir… y por ellas, y por los que viven en peor situación que ellas, algo tengo que hacer. Por eso creo que, en justicia, debo estar allí, aunque sea aportando el granito de arena de mi presencia, insignificante, pero visible. Y, si es por esa gente, habrá que hacer más cosas, de acuerdo, pero esto, también.

     Salud a tod@s.