Ya estamos con el insomnio agosteño. Ni valeriana, ni Valium, …, ni cena deliciosa con los compadres (¡qué güena gente, carajo!), ni aire acondicionado a 23 ºC, ni destape a la sueca (quitarse la ropa, vamos). Dos menos cinco de la mañana, y sin sueño. Todo el mundo duerme en mi casa menos yo, y parece que va para largo. La radio es más triste, incluso, que la realidad en estas noches. No hay canciones para hacer, ni ganas de pensar en musas.
¿Existen las musas? ¿Por qué hace quince años me acompañaban en el sopor del verano, en esas noches que comenzaban al amanecer, en esas horas de pubertad y sueños; y, sin embargo, ahora son solo un recuerdo lejano? ¿los hombres de “edad” ya no gustan a las diosas?
Ahora, ni siquiera al escribir esta entrada siento la respiración entrecortada y la risa nerviosa de las musas que entonces presentía a mi alrededor, pululando entre mis sábanas, dormitando en mi cabeza, susurrando a mi oído.
Esa es una de las cosas que mas añoro cuando llega el verano. Ésa, y el sonido del camión recogiendo la basura, con la diferencia de que el camión, continua pasando.
Y las musas tambien, compañero. Pero desacostumbraste el oído. Mas no te preocupes, que no hay cosa que no se arregle con dedicación.
ResponderEliminarEspero que a esta hora estés durmiendo
Las musas son caprichosas, baílales algo, a ver si se animan y vuelven!
ResponderEliminarHacia ya tiempo que no recalaba en el blog, y lo peor es sin excusa aparente, y al empezar a leerlo y ver ese estado de animo y ese intento (me alegro mucho que abortado) de aparcar las palabras por un tiempo, me he alarmado bastante.
ResponderEliminarQue pasa AMIGO? No sera que te exiges demasiado a ti mismo? (es solo una opinión).
Tio, no te digo donde puedes ahogar tus penas (que siempre suelen ser menos de las que creemos) porque se que tienes muuuuchos hombros en los que llorar, y uno de ellos es por supuesto el mio.
Por cierto lo de Ana...joder, dale un besote, a ella y por supuesto a tus dos angeles, y que coñ.. otro para ti.