“Hoy hay furbo”

     Lamentándolo mucho; esta noche voy a pasarme la Ley de Protección de Datos por la funda de la guitarra, porque voy a hablarte a ti, Curri, aunque el hecho de decir tu nombre escandalice a los que luego se golpean el pecho en los funerales. Empieza a reírte, que este es tu momento.

     No voy a repetir lo que ya ha contado Curro sobre ti, él es medio poeta y se expresa muy bien (no te rías, hombre, que te lo digo de verdad); pero solo quiero añadir algo: Te queríamos mucho, tú eso lo tienes claro; te echaremos de menos, porque eras la chispa del Taller. ¡Anda y que no tenías golpes buenos!.  Siempre estarás con nosotros, tu voz, tu risa, tu paso lento, tus bromas, tus historias, lo que habías cenado el día anterior, el partido de “furbo” que habías visto, y otras cosas que pasaban que no voy a contar aquí, porque puede haber algún niño leyendo…

     Ha sido un placer, y un honor, haberte disfrutado durante estos años y tu presencia estará siempre en cada rincón de nuestras memorias, porque pasaste sin hacer ruido, y sin hacer ruido te fuiste, pero dejaste una huella que no se va a borrar fácilmente.

     Tus compañeros de C.O., tus monitores, y el resto de la gente del Centro con los que has convivido sentimos una enorme satisfacción por haber formado parte de tu vida. La tristeza va a durar solo un rato, no estamos dispuestos a empañar tanta risa en tan poco tiempo.

     Perdona mi torpeza al escribirte esta noche, ha sido un día difícil, sabrás perdonarme.

     Estés donde estés, no nos olvides nunca.

     Nosotros ya te echamos de menos.