Muy malo lo mío…

     Dos y cinco de la tarde. Tengo por delante casi una hora para comer y descansar, pero no me apetece estar esa hora dentro del Centro, necesito salir a despejarme un poco. Ya está!!, voy a acercarme hasta el Hipercor, a ver si allí encuentro las escobillas de los limpia de mi coche. ¡¡Mira que es difícil encontrar las putas escobillas del Focus c-Max año 2004!!!, y, evidentemente, paso de ir a comprarlas al concesionario oficial; con lo que me cobran allí doy la entrada para un coche nuevo. De acuerdo; eso voy a hacer.Voy a por unas escobillas

     Cojo mis cosas, le digo a Trini que salgo (ella me responde con un “mu requetebién que me parece!!”) y busco el coche, que está aparcado muy cerca de la entrada. En poco mas de cinco minutos llego al Hipercor. Por el camino pienso que, ya que estoy allí, compraré unas pipas para que los chavales del taller se pongan morados a picotear cuando vuelva.

     Paso de dejar el coche en el parking subterráneo, total, ahora no llueve, lo dejo justo a la entrada del edificio y entro por la parte de libros y telefonía. Joder, me está haciendo falta una funda de esas de silicona para el móvil, porque se me cayó una vez al suelo y se cascó un poco la pintura. Desde entonces, solo con rozarlo, caen trocitos nuevos, y, a este paso, el teléfono “muda la piel” antes de que me de cuenta. Pues mira, ahí hay fundas… y precisamente esta es la que necesito, no es silicona, pero es plástico suave y cubre bien, perfecto!!. Lo interesante sería encontrar a alguien que me cobre… no es que no haya clientes, es que no hay ni empleados a estas horas.

     Por fin pago y entro en el supermercado, camino del pasillo de los frutos secos. Paro a mirar unas camisetas de mangas largas, de esas que me gustan a mí, con el colorido que tanto me gusta también… negro, gris, azul marino descolorido… en fin, así soy yo. Oye, por 11 euros, ésta está muy chula. Pues venga, cojo una cestita y la echo ahí.

     Allá que llego al susodicho pasillo; vuelco en la cesta una bolsa de pipas con sal, otra sin sal y me dirijo a la caja, pero “por el camino yo me entretengo…” porque me topo con unas copas de balón que me flipan para hacer en ellas el Gin Tonic.

     Y con la camiseta, las pipas y las copas de balón llego a la caja, pero en ese momento caigo en la cuenta de que no he almorzado y ya son las tres menos veinte… ea, cojo una coca-cola y tirando, que es gerundio. Pago, y a paso ligero voy hacia el parking para ver que está cayendo una monumental. El diluvio, en versión local. Pero en una carrera llego al coche, dejo las cosas en el maletero y salgo hacia el trabajo, me quedan 15 minutos de descanso. Por la Carretera de Cártama me encuentro los dichosos charcos, ideales para el acuaplaning ése, de modo que mano firme en el volante y cuidadín, cuidadín.

     Con el pulso acelerado (o parado, yo que sé) entro por el portón de mi Centro. Llueve demasiado como para dejar el coche fuera. Paro, saco la llave, entro en mi taller y pienso “con la que está cayendo…Y AL FINAL ME OLVIDÉ DE COMPRAR LAS PUTAS ESCOBILLAS PARA EL LIMPIAPARABRISAS!!!!!!!!!!!!

     Lo mío es grave, tirando a muy grave, no?? En fin…

     Salud para tod@s.