Anoche volví a juntarme con algunos compañeros de trabajo, en nuestra clásica cena de verano; esas cosas a las que nadie quiere ir porque ve a ver a otra gente que no quiere ver y acaba por saludar a las dos horas con un típico “Ah, ¿estás aquí?, no te había visto…” En fin.
Estando con ellos echas en falta las voces, las gracias y las caricias de algun@s que no están, porque, quizá, hayan sido más coherentes (y sobre todo, mas inteligentes) que tú y tuviesen planes alternativos bastante más interesantes. Y de los que quedan, haces un ramillete (escasito) al que decides amarrarte y pasar así el resto de la noche.
Las relaciones personales son muy jodidas, y más, si hablamos entre compañeros de trabajo; cada cual de su padre y de su madre, pero, durante ocho horas seguidas y de lunes a viernes. Yo siempre he opinado que esto se arreglaba montando un pedassssso de orgía, to quisqui hasta arriba de lo que prefiera cada uno y hacer una ronda de piropos envenenados. Al amanecer tendríamos todos los problemas resueltos, pero la Dirección no lo ve con los mismos buenos ojos que yo.
Que luego no digan que no aporto ideas.
Mientras os dejo unas bonitas estampas de esos que trabajan en mi Centro Ocupacional. La calidad de la imagen no es muy buena, ni falta que le hace)
Este es nuestro estado habitual
Y esta es la imagen que damos cuando estamos con nuestra directora.
Salud para tod@s
"to quisqui hasta arriba de lo que prefiera cada uno"
ResponderEliminaryo estoy contigo, me parece una gran solución! =)
ay, menudo equipo! jajajaja
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