Hay momentos en los que hablar es un acto de valentía, porque hay palabras que duelen decir e hieren al ser oídas.
Hay momentos en los que pensar es un acto involuntario, porque pensar fríamente es un riesgo que cuesta correr y de consecuencias, casi siempre, desagradables.
Hay momentos en los que ser justo es una utopía, porque la injusticia no va tanto en el que la imparte, sino en el que es juzgado.
Hay momentos en los que ser coherente es imposible, porque la coherencia no conjuga con ningún verbo lógico.
Hay momentos en los que respirar es un triunfo, porque estar vivo es mucho más fácil que vivir.
tremendo final...
ResponderEliminar