No me gusta el café frío, y el de esta mañana se ha helado en cuestión de segundos, lo que he tardado en encender el ordenador y leer unos recados pendientes. Ya no llueve, al menos en la calle, y el sol comienza a dar latidos leves, pero llenos de luz. Al menos en la calle.
Ya comienzan las compras de la dichosa Navidad, desde mi terraza, en un bajo, puedo ver a la gente pasear con bolsas cargadas de cualquier cachibache que pueda decorar una casa; o con pasteles típicos. Se respira otro tiempo, parece una carrera contra-reloj en la que hay que hacer muchas cosas en un tiempo concreto, y ahí van todos con sus bolsas y sus cronómetros en marcha para no llegar tarde a la fecha indicada. La gente se saluda y ya se desean el año nuevo bueno.
Todo parece magia. Al menos en la calle.
puede que todo esté bien fuera, eso es porque la gente está tan acostumbrada a fingir que ya ni nota la diferencia...
ResponderEliminartotalmente de acuerdo contigo, ariana
ResponderEliminarcada vez me gusta menos este tiempo... todo el tiempo en realidad, este movimiento al que nos abandonamos aceptando las horas de comprar, las de reír y las de felicitarnos
ResponderEliminarYO PIENSO Q ES OTRO MES MAS ,PERO MAGIA HAY ,INDEPENDIENTE DE LAS COMPRAS Y LAS FELICITACIONES ,,YO HE SIDO NIÑA Y ME GUSTARIA Q LO Q ME RODEA LO HICIERA TAN ESPECIAL COMO MIS PADRES LO HICIERON CUANDO YO ERA PEQUEÑAAA.BESOS MONTESS
ResponderEliminarHay mucha gente a la que no le gusta la Navidad, suelen decir que es por el consumismo y algo de la inmensa hipocresía que se respira en estas fechas, yo también opino lo mismo, pero aún así intento esforzarme y quedarme con lo bueno. La mayoría de la gente intentamos enterrar ese hacha de guerra que nos acompaña durante el resto de año, en el trabajo, en la familia, con los amigos,… Tal vez sea ficticio y dure poco tiempo, pero al menos se respira y a mí me lleva a pensar que es posible hacer que sea real, no sólo en un mes concreto y que tal vez todos necesitamos de esa magia para seguir creyendo en que no estamos vacíos.
ResponderEliminarPero en fin estos pensamientos tal vez se me han contagiado y no son reales, quién sabe.
Un beso