A mis pocos (grandes) amig@s

Gracias por dedicarme 60 segundos de cada uno de vuestros minutos;

Gracias por lanzarme sonrisas y broncas a partes iguales;

Gracias por dejarme hacer mía vuestras buenas ideas, para desterrar mi mala cabeza;

Gracias por compartir cigarros, canciones y pizzas;

Gracias por hacerme creer que estoy menos “zumbao” de lo que estoy en realidad;

Gracias por escuchar mis pamplinas y celebrar mis alegrías;

Gracias por aguantar mis reproches, mis malos modos, mis pocas ganas…;

Gracias por respetar mi silencio;

Gracias por esas llamadas perdidas, esos mensajes ilegibles y esas quedadas sin quedar;

Gracias por vuestras palabras, rellenas de corazón;

Gracias por todo lo que hacéis y por lo que me dejáis hacer.

Gracias por estar en mi mismo mundo, en mi mismo tiempo, en mi mismo espacio.

Gracias por cruzaros en mi camino cuando nadie os lo pidió.

Gracias por existir. No me faltéis nunca.

Salud.