No sé qué clase de sustancia emanan de los zapatos que atraen tanto a las mujeres. Para mí son un estorbo, pero no tengo más remedio que usarlos; pero odio tener que ir a comprarme unos pares. Las zapatillas deportivas, me cuestan pero no tanto, pero los de vestir… rezo para que me duren. A las mujeres les gusta ir a zapaterías, ponerse un zapato para cada ocasión, para cada día o, incluso, para cada momento de cada día. Como en todo, hay excepciones, sé de alguna que otra que viviría eternamente con unas chanclas o, a lo más, unas sandalias, pero también se de otras que pedirían a los reyes Magos la planta de calzado del Corte Inglés.
Todo esto, viene a cuento de las famosas botas que salieron el verano pasado, pero que este año ya son visibles por todas partes. Yo me preguntaba: ¿Cómo considerarlas?, ¿bota descubierta o sandalia alta? De una manera o de otra no paro de verlas por la calle; y es una estética que me cuesta comprender, como los jerséis de manga corta en invierno o las bermudas con camisa de manga larga en verano.
Lamentándolo mucho, soy un hortera, es lo que tengo. A mí con unos vaqueros y una camiseta me tienes ya vestido de fiesta, aún a sabiendas de que luego me vigilan los de seguridad, pero es que la moda y yo… como que nos llevamos regular. Mira que hay veces que quiero ir más “presentable”, pero no sé cómo lo hago, que pocas veces lo cumplo. En fin; la edad, que va dejando secuelas.
Pero como para gustos, los colores, aquí os dejo un muestrario de calzado digno de cualquier armario con glamur…
Jajajajajaja, si no las ve Ana, se lo chivo yo. :)
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